El derbi de la ciudad de Manchester que ganó 1-0 el City al United no pudo terminar más caliente, pues no sólo se jugaron el orgullo en una rivalidad histórica, también el liderato de la Liga Premier a dos fechas de conocer al campeón.
El momento anecdótico fue cortesía de los entrenadores, Alex Ferguson y Roberto Mancini, quienes tuvieron una acalorada discusión que casi pasa a mayores. Frustrado por la poca eficiencia de sus delanteros y abajo en el marcador, el veterano entrenador inglés se salió de sus casillas y tuvo que ser contenido por sus auxiliares ante los retos del italiano.
La chispa que encendió el fuego fue una falta del citizen Nigel De Jong sobre Danny Welbeck, delantero de los Diablos Rojos. Ambos discreparon sobre la gravedad de la entrada y aprovecharon para sacar toda la tensión que se ha acumulado a lo largo de la temporada.
"El partido lo ha arbitrado él", dijo Ferguson al final del partido en conferencia de prensa. "Ha estado de pie en la banda todo el encuentro increpando al árbitro, al cuarto árbitro y a los asistentes".
Liam Gallagher, ex integrante del grupo Oasis y fanático célebre del City, hizo lo propio para incrementar la polémica y se burló de Ferguson, insinuando que tiene problemas de alcohol, en declaraciones que recoge la agencia EFE.
"¿Qué quieren saber? Primeros de la liga, no hay nada más que decir. ¿Ferguson? Creo que le da demasiado al whisky", se burló Gallagher.
Manchester United está ahora segundo de la tabla general por diferencia de goles, luego de haber sacado ocho puntos de ventaja al City hace unas semanas.
